19 de septiembre de 2012

LAS 4 LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD




La primera ley dice: “LA PERSONA QUE LLEGA ES LA PERSONA CORRECTA”

Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.


La segunda ley dice: “LO QUE SUCEDE ES LA UNICA COSA QUE PODIA HABER SUCEDIDO”


Nada, pero nada absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe aquello de... : “si hubiera hecho tal cosa... hubiera sucedido tal otra...”.


La tercera ley dice: “EN CUALQUIER MOMENTO QUE COMIENCE ES EL MOMENTO CORRECTO”


Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.


Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.


La cuarta ley dice: “CUADNO ALGO TERMINA, TERMINA”.


Simplemente así, si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.


Creo que no es casualidad que vosotros estéis leyendo este texto, si este texto llega a vuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado, lo que sucede tiene su razón de ser.



Que tengas un Feliz Día...

 

8 de septiembre de 2012

EL ÉXITO



El Éxito.... se debe a cuanta gente te sonría, a cuantas personas amas y cuantos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.

Se trata de si te recuerdan cuando te vas.

Se refiere a cuanta gente ayudas, a cuanta evitas lastimar y si guardas o no rencor en tu corazón.

Se trata de que es tu triunfos estén incluidos tus sueños.

De si tus logros no hieren a tus semejantes.

Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.

Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si fuiste arrogante o humilde, soberbio o considerado, si fuiste exigente o tolerante.

Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta.

No es acerca de cuantos te siguen si no de cuantos realmente te aman. No es acerca de transmitir, sino cuantos te creen si eres feliz o finges estarlo.

 Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más,  ESTO ES EL ÉXITO!!!!

Analiza:

Un triunfador es PARTE DE LA SOLUCIÓN. Un perdedor es PARTE DEL PROBLEMA.

Un triunfador dice: “debe haber una forma mejor de hacer...” Un perdedor dice: “esta es la forma en que siempre lo hemos hecho. No hay otra...”

Cuando un triunfador comete un error, dice: “Me Equivoqué” y aprende la lección. Cuando un perdedor comete un error, dice: “No fue culpa mía” y responsabiliza a los otros.

Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros. Un perdedor se siente víctima durante las adversidades.

Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de sí mismo.  Un perdedor cree que existe la mala suerte.

Un triunfador enfrenta los desafíos uno a uno. Un perdedor rodea los desafíos y no se atreve a intentar.

Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple. Un perdedor hace promesas, no se pone “manos a la obra” y cuando falla sólo se sabe justificar.

Un triunfador dice: “Soy bueno, pero puedo mejorar”. Un perdedor dice: “No soy tan malo como otros”.

Un triunfador sabe escuchar, comprende y responde. Un perdedor interrumpe y no espera que llegue su momento de hablar.

Un triunfador respeta a aquellos que saben más y se preocupa en aprender algo de ellos. Un perdedor se resiste a todos los que saben más y sólo se fija en sus defectos.

Un triunfador consigue “ver el bosque en su totalidad”. Un perdedor se fija sólo “en el árbol que le toca plantar”.

Un triunfador se siente responsable por algo más que por su propio trabajo. Un perdedor no se compromete y siempre dice: “hago mi trabajo y ya es bastante”.

Un triunfador trabaja mucho y dedica más tiempo para sí mismo. Un perdedor está siempre “muy ocupado” o “muy cansado” y no tiene tiempo para los suyos.

No importa que tan fuertes sean tus creencias. Si no usas tu sabiduría para crear cambios positivos sigues siendo parte del problema, no de la solución...

Que tengas un buen día...